
Industria cárnica con calidad diferenciada
La hostelería de la comarca sarriana mantiene su compromiso con la tradición y potencia al sector primario
La HOSTELERÍA es uno de los elementos imprescindibles en la organización de la Festa do Cocido de Porco Celta de Sarria. «Xa hai moitos anos Meigas e Trasgos facía a festa do cocido e o lacón con grelos», recuerda Juan Luis López Díaz, uno de los hosteleros que mantiene su vinculación con la organización del evento desde su primera edición en 2009.
«O cocido ten moita tradición en Sarria, tanto nos meses do inverno como incluso no verán nas festas das mallas», explica este hostelero. Fue precisamente durante una reunión a la mesa cuando surgió la idea de celebrar este evento. «Todos os alcaldes que estaban naquel entón á fronte dos respectivos municipios nos animaran moito a levar a nosa idea adiante, sobre todo Garrido, e así comezou», añade.
Los establecimientos hosteleros Hotel Roma y Hotel Alfonso IX, de Sarria, junto a los samonenses Hotel A Veiga y Hotel Rústico Casa Díaz son quienes se encargan de mantener esta tradición que, desde sus inicios, contó también con el apoyo del fallecido José Luis García, un empresario con una trayectoria de más de tres décadas en el sector al frente de negocios como la Gran Taberna o la cafetería Santiago, a quienes sus compañeros del sector honraron con un homenaje durante la vigésima segunda edición de la gala de la hostelería de la comarca de Sarria celebrada el mes del marzo del pasado año.
La primera edición del cocido de porco celta se celebró en el año 2009 y resultó todo un éxito. Desde entonces, año tras año aumentaron tanto el número de comensales como la satisfacción de las personas participantes en este encuentro gastronómico. «En cada nova edición corriximos erros que íamos observando nas anteriores», explica López Díaz: «á vez que introducimos novidades e adaptámonos ás circunstancias de cada momento, co apoio dos Concellos da comarca e da Deputación de Lugo —que axuda moito á festa— ou da Xunta », añade este empresario.
El cocido de porco celta de Sarria no necesita competir con ninguno de los que se celebran en Galicia. «É un cocido totalmente diferente, que suma aos que se celebran noutras zonas da provincia e da comunidade. Elabórase con produtos derivados de animais que se crían en estensivo, en liberdade, dun xeito ecolóxico, e iso contribúe á súa calidade e excelencia».
López Díaz subraya que el cocido es una «forma de expresión gastronómica importante de Galicia» y destaca el sabor que aporta el porco celta, con sus singularidades y potencialidades, a este plato, considerado como: «un recurso dinamizador do turismo e a economía na comunidade galega, particularmente nas zonas polas que transcorren calquera dos Camiños de Santiago», indica.
Industria cárnica con calidad diferenciada
Sarria destaca por la importancia de su tradición en el sector porcino, con más de medio siglo de experiencia en la transformación, un proceso que evolucionó desde las matanzas domiciliarias a una innovadora industria que busca un incremento constante de la calidad, según explica Julio Teijeiro, hijo de los fundadores de Cárnicas Teijeiro y padre de la generación que continúa con esta empresa familiar comprometida desde su inicio con el sector.
Integrada en la Asociación de Criadores de Ganado Porcino Celta (Asoporcel), hoy mantiene una línea de trabajo «muy artesanal» en todas sus líneas de producción, y en el 2016 fue reconocida por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente para el empleo del logotipo Raza Autóctona Celta, la primera raza porcina española acreditada para la utilización de este distintivo de calidad.
«En Sarria apostamos desde sempre pola produción artesanal e os produtos naturais», explica Teijeiro, «É algo que ten coma principal vantaxe que nos sintamos orgullos dos nosos elaborados, aínda que tamén ten coma desvantaxe que, con esta metodoloxía, non é posible crecer ao ritmo doutras empresas. Nas nosas elaboracións empregamos desde sempre porco galego e suministrámonos no 100% de gando vivo da comarca».
En la década de los años 60 fue cuando empezaron a entrar en Galicia razas porcinas procedentes de América, como Landrace o Blanco Belga, mucho más ricas en carne magra, que en un principio desbancaron a la raza de porco celta. Hace «uns 15 ou 16 anos, na zona de Triacastela, un veterinario fillo dun ilustre médico lucense, o doutor Carril, tivo a brillante idea de estudar a cultura do porco celta, e aí naceu a recuperación desta raza que estaba prácticamente en extinción», explica Teijeiro. «De feito nós comezamos como elaboradores de orco celta (foron os primeiros en Galicia) por hobbie». Hoy en día, incluso en los estudios de los jamones de porco celta que Teijeiro envíó a estudiar a Guijuelo y Extremadura, los técnicos reconocieron que es una carne con «moitísimas similitudes» a la del cerdo Ibérico.
Fuente: El progreso